Hoy vengo a hablaros de un lugar muy especial que podemos disfrutar desde hace muy poco en Nigrán: «El parque de Juan Alves». Un lugar mágico y con una historia detrás.
Durante el confinamiento que sufrimos a partir de marzo de 2020 y que nos mantuvo a tod@s en nuestras casas durante más de dos meses, Juan Alves, vecino de la zona, decidió hacer ejercicio de una manera muy especial. Al no poder alejarse de su casa, decidió limpiar la Presa da Regueira y quitar toda la maleza que había por allí dejando la zona totalmente limpia. A medida que iba pasando el tiempo, fue construyendo y colocando diferentes elementos para que los vecinos pudieran disfrutar de aquel lugar y construyó lo que se conoce como el «Parque de Juan Alves» (o al menos así lo llamo yo).
Puedes ver más sobre su historia aquí
En el parque podemos encontrar bancos, pasarelas, puentes, cuerdas y columpios, en su mayoría hecho con madera. Si ya lo has visitado en algún momento, es posible que lo notes cambiado ya que cada cierto tiempo aparecen nuevas sorpresas que hacen del parque un lugar muy acogedor donde pasar el rato con tranquilidad.

El otro día cuando fui, me encontré con nuevos bancos, una hamaca y una cuerda, que hace las veces de liana, para pasar por encima de la presa. Cada vez que voy me encuentro algo nuevo.
Caminar por su senda (muy cortita) te hace adentrarte en un mundo mágico, sobretodo si coincide que no hay nadie. Para eso os recomiendo ir por la mañana, ya que este parque cada vez es más conocido y en algunos momentos está muy concurrido.

En navidad estaba todo decorado con luces, dando un toque más mágico, si cabe, al lugar. Nosotros después de la cena de nochebuena, para hacer algo especial, ya que nos quedamos por primera vez en Nigrán en esta época, nos acercamos allí con los niños. Estábamos solos (normal, a ver quien sale en nochebuena después de cenar para ir a un parque) y fue muy bonito.
Cuando llegas al parque, puedes ver un cartel en agradecimiento a la ayuda y colaboración que diferentes empresas y particulares han prestado para que este lugar luzca como es ahora.

Y a mi me gustaría dar las gracias, desde aquí, a Juan Alves por su generosidad con los vecinos y los visitantes, aportando su tiempo y su trabajo a este lugar para que los demás lo podamos disfrutar.
1 Comentario
Vengo con el perro a l recuncho do amor y ahora no se ve a Juan Alves y están rallando los árboles, no se que habrá pasado…